¿Cómo crear un programa de mentoring en tu empresa?

Para profundizar en esto, te compartimos el paso a paso imprescindible para establecer este proceso en tu compañía.
1-Planificación
Como siempre, cuando se trata de definir metas para un nuevo proceso en las empresas la clave está en indagar sobre las necesidades existentes en tu organización. ¿Qué es lo que necesita actualmente tu equipo para desarrollarse y crecer de manera óptima en tu compañía?
Por lo general, los objetivos que se marcan en un programa de mentoring empresarial buscan resolver problemas existentes. Además, estos objetivos deben ser específicos, para poder medir la efectividad del programa a medida que se implementa.
Para ello, puede ser útil incorporar una herramienta que te permita hacer seguimiento de objetivos. Con un software especializado puedes crear distintos tipos de metas para cada trabajador de tu empresa y personalizar el seguimiento para tener una dimensión real del impacto del programa de mentoring en el talento de tu organización.
2- Identificar mentores y mentorizados
Para elegir mentor puedes optar por abrir una convocatoria para que los interesados participen. También otra alternativa es proponérselo a aquellos profesionales dentro de tu equipo que cumplan con los requisitos esenciales tales como experiencia en el área en la que se enfoque el programa de mentoría, conocimientos, resultados probados y, por supuesto, predisposición o deseo de asumir ese rol.
En el caso de los mentorizados puedes utilizar la información obtenida de las evaluaciones de desempeño para identificar cuáles son las personas que necesitan este proceso.
Otra opción es estructurar varios programas de mentoría para distintas etapas del ciclo de vida de cada empleado. Así, puedes crear programas que se dirijan de forma directa a ciertos grupos específicos tales como:
Nuevos empleados. Algo muy común en el proceso de onboarding es asignar a las nuevas contrataciones un mentor para que los introduzca a la empresa y sus tareas.
Trabajadores en ascenso. Si un colaborador va a cambiar de puesto y asumir una posición de liderazgo esta puede ser una instancia clave para que reciba conocimientos de alguien más experimentado.
3- Emparejar mentores y mentorizados
Esto va a depender de los objetivos de:
Cada área o departamento dentro de la empresa.
Las necesidades puntuales del personal.
Los objetivos que persigue la compañía.
La clave está en encontrar la mejor asociación posible entre un mentor y los aprendices. De esta forma, solo así se podrá lograr el desarrollo esperado en el talento.
4- Definir el contexto del programa
En principio, los tipos más comunes de mentorías son:
Mentoring 1 a 1. Este es el modelo tradicional de mentoring empresarial donde el mentor y un empleado mantienen una relación a largo plazo. Consiste en reuniones 1 a 1 en las que el primero transmite conocimientos y habilidades al segundo.
Entre pares. En este modelo de mentoring empresarial varios profesionales del mismo rango de experiencia y conocimientos comparten sus ideas. Se trata de reuniones en grupos reducidos.
Mentoring de equipo. Este tipo de programa de mentoring empresarial está dirigido a equipos de trabajo o departamentos de una empresa. Por lo general, se trabajan objetivos grupales y el mentor guía al equipo para alcanzarlos.
Exprés. Este tipo de mentoría no está pensando en el largo plazo, sino en proveer conocimiento específico, sobre ciertos temas, en un periodo corto de tiempo. Suelen ser mentorías que se imparten en congresos o jornadas de trabajo puntuales.
Una vez definido el tipo de programa a implementar se deben trazar los aspectos logísticos del proceso. Esto es:
Periodicidad de las reuniones.
Lugar donde se celebrarán.
Formato de cada encuentro.
Cómo se procederá en caso de cambio de horario o fechas.
Además, previo a iniciar el proceso de mentoring empresarial es importante que se expongan las expectativas del programa. Para que cada parte sepa lo que se espera de ellos.
5- Darle seguimiento
De esta forma, se debe revisar el grado de progreso en lo acordado en cada reunión, sumado a las acciones específicas que se establecieron en el plan para cada mentorizado.
Más allá del seguimiento individual, también es importante revisar la totalidad del programa. Gracias a ello podrás identificar las incidencias que se vayan presentando y las nuevas necesidades que aparezcan a medida que se trabaja. Por ejemplo, puede pasar que los mentores requieran algún tipo de herramienta para gestionar mejor cada proceso.