La Deontología Jurídica en un Protocolo Familiar. En homenaje al Dr. José de Jesús Ledesma Uribe.

Por: Mtro. Paul Márquez García, marzo 2025.
Principios de la Deontología Jurídica Aplicados al Protocolo Familiar
1. Justicia y Equidad
Uno de los principios fundamentales de la deontología jurídica es la justicia, entendida como la garantía de que todos los miembros de la familia reciban un trato equitativo en el protocolo. No se trata de favorecer a ciertos individuos sobre otros, sino de establecer condiciones justas que reconozcan los méritos, derechos y obligaciones de cada uno dentro del negocio familiar. Para lograrlo, el abogado encargado de redactar el protocolo debe asegurarse de que se respeten los derechos de sucesión, participación y administración, evitando cláusulas discriminatorias o sesgadas en favor de determinados miembros.
2. Confidencialidad y Protección de Datos
Dado que el protocolo familiar trata información privada y sensible, la confidencialidad es un principio esencial. El abogado debe garantizar que los datos personales, patrimoniales y empresariales se manejen con absoluta reserva y solo sean accesibles a las personas autorizadas. Además, debe asegurarse de que el protocolo cumpla con las normativas de protección de datos vigentes en la jurisdicción correspondiente.
3. Autonomía de la Voluntad y Libre Consentimiento
Otro principio clave es el respeto a la autonomía de la voluntad. Todos los firmantes del protocolo deben participar de manera libre e informada, sin presiones ni coacciones. Es responsabilidad del abogado verificar que las decisiones reflejen el consenso de los involucrados y que ninguna persona sea obligada a aceptar disposiciones que perjudiquen sus intereses legítimos.
4. Transparencia y Buena Fe
El protocolo familiar debe basarse en la transparencia y la buena fe entre sus miembros. Esto implica que las reglas sean claras, comprensibles y accesibles para todos, evitando ambigüedades que puedan dar lugar a interpretaciones abusivas o confusiones futuras. Además, el abogado debe actuar con honestidad y diligencia para evitar cualquier conflicto de interés que pueda afectar su imparcialidad en la elaboración del documento.
5. Prevención de Conflictos y Resolución Ética de Disputas
La deontología jurídica también exige que se incluyan mecanismos adecuados para la prevención y resolución de conflictos dentro del protocolo familiar. Es recomendable establecer procedimientos de mediación o arbitraje que permitan solucionar disputas de manera pacífica, evitando que los conflictos escalen a litigios judiciales que puedan afectar la estabilidad del negocio y la armonía familiar.
El Rol del Abogado en la Elaboración del Protocolo Familiar
El abogado encargado de redactar el protocolo familiar no solo debe poseer conocimientos técnicos en derecho empresarial y sucesorio, sino también una profunda comprensión de la ética profesional. Su labor es actuar como mediador imparcial, asegurando que el documento sea equitativo y respete los derechos de todos los integrantes de la familia. Además, debe informar a las partes sobre las implicaciones legales de cada cláusula y garantizar que el protocolo sea jurídicamente válido, evitando disposiciones que puedan ser impugnadas o declaradas nulas en el futuro.
Conclusión
La deontología jurídica es un pilar fundamental en la elaboración de un protocolo familiar, ya que garantiza que este documento refleje principios de justicia, equidad, confidencialidad y buena fe. Un protocolo bien estructurado y éticamente elaborado no solo previene conflictos familiares, sino que también protege la continuidad y estabilidad de la empresa familiar. El papel del abogado en este proceso es clave, pues su compromiso con la ética profesional y el derecho asegura que el protocolo no solo sea legalmente válido, sino también justo y respetuoso de los intereses de todas las partes involucradas. De este modo, la deontología jurídica no solo se convierte en un conjunto de normas a seguir, sino en una guía indispensable para lograr acuerdos familiares sólidos y duraderos.